A la pregunta habitual llena de extrañeza por mi defensa acérrima de la vida y mi contraposición contra los nuevos derechos "absurdos" del aborto, la eutanasia... respondo casi siempre con una frase de Juan Pablo II que me impresionó cuando la escuche: "Un País que mata a sus hijos no tiene futuro" Muchos dicen que esa defensa es propia de católicos, de fascistas, de franquistas y multitud de etiquetas políticas absurdas. Tengo el orgullo de defender ese don tan preciado y lo hago simplemente porque soy un ser humano, porque soy católico, porque tengo orgullo de ser español, porque tengo orgullo de servir a la humanidad con mis ideas, porque soy un demócrata, porque odio el racismo y la eugenesia... Hay tantas razones...
Por la integridad de esa humanidad que tenemos impresa en nuestra alma, os invito a celebrar en este día esa marcha. Es un día especial y no debemos olvidar nuestro cometido como ciudadanos del mundo. En estos casos la libertad de expresión no es solo un derecho, sino también un deber.
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