
Paisaje otoñal con árboles
Vincent Van Goth
Tras dos semanas de absoluto apocamiento poético, he resurgido de mis cenizas con un humilde curso de mecanografía y el otoño a mis espaldas. Su textura húmeda, su grito aterciopelado, su mal humor, su magia mundana, su extraordinaria cotidianidad, su infinita vejez... Con la lluvia, el otoño ha vuelto a mi vida con su áspero carácter. Y lo temo y lo amo y lo odio y lo aprecio... porque aunque el convoque siempre de su seno la profunda nostalgia, se muy bien que no puedo vivir sin esa angustia, pues yo he nacido en ella, ella me ha educado, ella me ha acogido y ella me ha consolado.
Bendito otoño de hojas amarillas y de semblante serio. Bendito amigo que cada año, tras su viaje al sur profundo, siempre vuelve con amores nuevos, con renovado mal agüero y amistad dañina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario