Domir plácidamente por el crepúsculo y levantarse mas gris aún, eso es la tristeza… Es como una señora escurridiza que domina un látigo implacable, torturando el alma de sus esclavos hasta que son capaces de escapar o hasta que mueren por su propia mano.
Tristeza de los paramos yermos,
ojala no me acompañes en estos caminos,
angostos, mugrientos y muertos…
1 comentario:
"una señora escurridiza que domina un latigo implacable" muy buena aunque pondria en vez de "domina" la palabra "porta" :D por lo demas es la reflexion mas acertada de la tristeza.
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