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jueves, 13 de mayo de 2010

Poética filosófica. Primeros Poemas de Fernando Arenas.

 (Omitan los dos primeros párrafos si les parecen pesados. Comentario obligatorio por parte vuestra) 


 Ciertamente, la poesía no es un borbotón que en el acto se convierta en gema esculpida. La poesía es potencia, es un proyecto humano de salvación, es la palabra, hecha belleza y recurso literario, con objeto de unificar el espíritu del hombre, con el mundo que le rodea. Trasladar el ideal abstracto, hacia el mundo concreto. En una postura Florenskiana, la poesía es una forma del idealismo concreto, de la mística de lo cotidiano, es en verdad un  nexo entre lo trascendente  y lo humano, un nexo labrado por el hombre, pero que es don de misteriosos designios.


Rechazo las ideas de Pavel Florenkij respecto al número, por lo menos en su concepción como forma y símbolo, porque es en su concepto de abstracción donde precisamente toma el número significado, no como una procedencia etérea. La poesía si que sin embargo cumple esa labor de forma y símbolo, pues en la lírica, el sentido no está en la dimensión técnica, o en la laboriosidad de las imágenes, sino que es transmisión arbitraria, (signo lingüístico),  de la realidad profunda, pero que consigue misteriosamente ascender hacia la dimensión icónica, es decir, hacia la correspondencia de la realidad ideal y la concreta.


Tras haber enunciado mi aburrida poética que rezuma a metafísica, pasemos a lo concreto, o lo real, a lo comprensible por toda mente con un mínimo de sensibilidad. Todo poeta tiene un comienzo. Y todo poeta tiene un proceso. Esta evidencia enmarcada en la reflexión anterior es más que evidente, y además, no necesita de las florituras que, a pesar de todo he mantenido, con mi afán teorético. En cierto modo la poesía es inexplicable y sus origenes en una persona, causan estragos en el corazón, lo digo por experiencia. Este sentimiento, que pasa inadvertido, pero que quema en holocausto la frivolidad, (a no ser que conviertas a esta en un amasijo de versos), lo está comenzando a  sentir mi buen amigo Fernando Arenas.


Consciente de que tiene que mejorar, me propuso ponerlo en mi blog, junto a un comentario, que se ha tornado reflexión. Y en cierto modo lo he querido así. Tengo alma de poetólogo. Esta ciencia que estudia las consecuencias en una persona del galopar destructor y armonizador (paradoja curiosa) de las estrofas. Dad vuestra opinión si queréis. Contestaré en su nombre. Pero esta vez, que proliferen los comentarios.



INFIERNO

Oscuridad.
Silencio.
Pena.
Nunca más veré
La luz de tu rostro.



¿TODAVÍA ESTÁS MUERTO?

Ojos cerrados
Y piel blanca.
Frío tacto y
Pulso cortado.
¿Todavía estás muerto?
  

UNA NOCHE PERDIDA

Un piano en silencio.
Olor a tabaco y cerveza.
Pastillas de colores
Tiradas por el suelo.


OJOS VERDES

Estoy subido a una peña.
Suena el caer del agua
Y el canto de los pájaros.
Respiro el aire del bosque
Antes de saltar a mí destino.


I

Luces de colores,
Risas y alegría.
De repente:
Oscuridad asfixiante,
Llantos y tristezas.

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Lo siento...

*I amar prestar aen (El Mundo ha cambiado)
Han mathon ne nen (Lo siento en el agua)
Han mathon ne chae (Lo siento en la tierra)
A han noston ned gwilith (Lo huelo en el aire)