Barrotes en las calles, barrotes que se han erigido de la muerte y el dolor, barrotes en el alma eterna de los grises edificios... Canciones melancólicas, adolescentes con auriculares de libertad sonada y amorcillos falsos de besos en las esquinas que deslucen por la saliva y por la iracundia. Y voy caminando lentamente con la sangre que se hacina moribunda, caminando por caminos que se escriben con demasiado anhelo para ser andados, el mundo pide quietud entre el ruido, entre los pasos estruendosos que marcamos en el suelo...

Solía besar a las esquinas y las farolas del estruendo; solía llorar con ellas entre el suspiro entrecortado de tristeza; solía amar a las calles que parecían vivas... Ahora, cuando deseo compasión de ellas, doy cuenta la esclavitud a la que nos vemos sometidos; doy cuenta que las aceras desangran su alma amortajada.
Prostitutas, demonios que susurran y poetas avinagrados son los santos de la tarde... La perla corroída por el aire: el cuchillo que extenúa a la tierra y al cemento que decora la colmena de princesas consentidas.
La corrupción de lo óptimo engendra lo pésimo
Pintura del Artista Pintor Ernest Descals Pujol, Manresa ( Barcelona) 1956
4 comentarios:
Me ha gustado mucho, parece el diario de una calle, que ve lo que pasa a lo largo del día.
Muchas gracias Capitán
La lectura de tu perfil me desconcierta: nunca pensé que podría estar tan cerca de una edad tan lejana (de ahí mi satisfacción en el "silencio" que te debo), nunca imaginé que tendría que aplaudir una juventud tan prometedora.
Enhorabuena, el "silencio" es mío.
Eres muy generoso con tu silencio, y con tus alagos... Un placer verte por estos caminos.
Saludos
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